En menos de una década, los ciudadanos de Helsinki verán eliminada la necesidad de poseer un automóvil como propiedad privada, si la capital finesa cumple el ambicioso objetivo que se ha fijado. El plan planteado para conseguirlo pasa por construir un sistema integrado de transporte público y privado, en lugar de mantener sistemas de buses, trenes, taxis, servicios de vehículo compartido, etc., separados entre sí y posiblemente no conectados con otros segmentos posiblemente necesarios para completar un único trayecto.
Desde la planificación al pago del trayecto, todos los elementos del sistema serían accesibles desde un dispositivo móvil, por medio del uso de apps de transporte multimodal, para combinar los distintos tipos de transporte de la forma más eficiente y rápida posible. Los ciudadanos podrían usar sus móviles para gestionar un vehículo compartido, demandar un autobús -cuyas rutas serían flexibles en función de la demanda-, transporte especial para niños, o acceder al transporte público tradicional. Podrían asimismo adquirir paquetes de movilidad a operadores privados que podrían proporcionar un abanico de opciones dependiendo de la demanda del momento o la meteorología.