Novena jornada de la COP21.
Uno de los grandes debates acerca de la necesidad del cabio en cuanto al cambio climático ha sido siempre la posibilidad de escalar la producción de energía para que ésta alcance las necesidades enteras de un país. Muchos decían que era imposible, pero Uruguay ha demostrado al mundo que no lo es.
Este año, el país platense ha logrado generar el 95% por ciento de su electricidad a partir de fuentes renovables. En menos de diez años, ha decapitado su huella de carbono sin subsidios y sin un mayor coste para los consumidores. 55% de esta nueva energía es de origen hidroeléctrico, y la huella de carbono en 2017 será un 88% menor que en el periodo 2005-13. Un auténtico movimiento de liderazgo durante la COP21.
Pero no nos hace falta cruzar el charco para ver señales de cambio: el pasado mes de marzo, España obtuvo nada menos que un 47% de su producción eléctrica a partir de energías renovables. España es un líder mundial en cuanto a energías renovables se refiere, y ha sido el primer país en hacer de la energía eólica la principal productora de energía durante un año entero. Indicios positivos que nos marcan el camino a seguir.