Acabo de encontrar un vídeo curioso. Ross Ching, un realizador de Los Ángeles ha conseguido editar filmaciones de la ciudad y editarlas para hacer desaparecer de ellas los coches. Bueno, en realidad, también han desaparecido las personas. Es llamativo ver una ciudad como Los Ángeles, icono de lo que Edward Soja llamó postmetrópolis en un libromuy influyente en la crítica urbana. Es una visión provocadora y atípica de una ciudad que se mueve en coche, quizá a unos niveles que no alcanza ninguna ciudad, y unas necesidades inmensas de consumo de suelo para infraestrcuturas de movilidad. Llama la atención ver que este suelo, vaciado, ocupa enormes extensiones de la ciudad, de Los Ángeles y de la mayoría de las ciudades.
La ciudad del siglo XX ha sido la ciudad con/en coche, con una disponibilidad de combustible relativamente barato. No ha habido necesidad de pensarlas sin coche, y apenas unas pocas hoy se acercan a algo parecido a ser una ciudad car-free. Claro que las ciudades que viven al margen del coche a día de hoy (Venecia, las medinas de la ciudad árabe clásica,…) son en realidad excepciones derivadas de condiciones muy particulares no generalizables. Pero sí que hay cierto patrón real en la idea de que el modo de transporte que domina en un determinado lugar determina la configuración física de ese espacio y el automóvil privado como modo de transporte fundamental ha configurado la transformación de las ciudades en los últimos cincuenta años, tal como recogía en un post Adam Greenfield para el caso de Los Ángeles:
Los Angeles is probably the example par excellence: it would be foolish to deny that this place above all has been shaped by the internal combustion engine, and its maximum expression in the form of the individual private automobile. Nor would anyone in their right mind be particularly likely to argue that huge swathes of the LA basin – from the Valley down to Orange County and the ocean straight out to San Bernardino – aren’t in fact constrained in the possibilities for social engagement they’re able to offer because of the way the landscape has evolved to support automobility.