La contaminación del aire es la mayor causa ambiental de muertes prematuras en Europa, con 467.000 muertes ocasionadas en el año 2013. En la UE28, las muertes debidas a la respiración de partículas finas fueron 436.000, 23.900 de las cuales ocurrieron en el Estado. La calidad del aire ha mejorado en Europa gracias a la reducción de emisiones, pero no lo suficiente como para evitar daños inaceptables a la salud humana y al medio ambiente, según señala el Informe sobre Calidad del Aire de la Agencia Europea de Medio Ambiente.
Aunque la calidad del aire es mejor de manera general, en algunos sectores no se han alcanzado los objetivos de reducción de emisiones necesarios para cumplir con los estándares necesarios. El informe señala particularmente que las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2) – ocasionadas en gran parte por los coches diésel – no has disminuido de forma necesaria. El dióxido de nitrógeno causó 71.000 muertes prematuras en Europa y 4.280 en España.
Cerca del 85% de la población urbana europea están expuestos a respirar partículas finas en suspensión – mayormente generados por la combustión de carburantes fósiles – en niveles considerados dañinos por la Organización Mundial de la Salud, de acuerdo a los datos obtenidos en 400 ciudades de 41 países del viejo continente. El 8% respira partículas en suspensión con un diámetro inferior a 2,5 micrones (PM2,5), que pueden alcanzar los pulmones y el riego sanguíneo, en niveles superiores a los objetivos marcados por la Comisión Europea.