Según el Informe de 2018 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, un 41% de la población mundial carece de acceso a energía o combustible limpio para cocinar, y tienen que recurrir a combustibles sólidos (carbón, madera, estiércol o deshechos de cultivo) o al queroseno. Esto significa que tres mil millones de personas ven afectada su salud por la contaminación del aire en el propio hogar.