Seguramente escuchas hablar del Bitcoin, una forma de dinero virtual que usa tecnología peer-to-peer o entre pares que opera sin una autoridad central, y de otras criptomonedas similares como Ethereum. Sin embargo, ahora hay gobiernos y bancos centrales que planean introducir criptomonedas nacionales, y el país que más cerca está de implementar su propia divisa digital es Estonia con su denominada «Estcoin». Con esta medida el país báltico, perteneciente a la Eurozona, pretende profundizar en su estatus como «nación digital».
Estonia tomó la digitalización como estrategia de país desde poco después de su independencia de la Unión Soviética en 1991; ya para 1997 la mayoría de escuelas del país estaban conectadas a Internet, en 2002 se implantó un sistema de wifi público que llegaba a casi todo el país, y en 2007 se estrenó el voto electoral por Internet. El 99% de los trámites públicos se pueden hacer ya a través de la red. Un clima favorable que ha llevado a la capital Tallinn a ser cuna de startups como Skype.
La creación del Estcoin sería una continuación de la introducción hace dos años de la residencia digital, que permite a emprendedores de cualquier parte del mundo hacerse residente de Estonia sin vivir allí y operar sus empresas dentro de la Unión Europea. Según Kaspar Korjus, director del programa de residencia digital, las identidades digitales de los e-residentes serían el «mecanismo ideal para transaccionar criptoactivos de manera segura en un clima digital confiable y transparente. Los token no se pueden falsificar y el gobierno tiene medios para evitar que se empleen en actividades ilegales.» Los Estcoins se podrían usar pagar servicios públicos y privados en Estonia, y eventualmente como una divisa viable universal.
Con esta medida se pretende crear un fondo de capital en el país con el que invertir en empresas del país y ayudar a la investigación en empresas públicas y privadas que pretenden promover el estatus del país báltico como una nación digital.