Humanizar y hacer de las ciudades lugares más habitables y cómodos es un objetivo clave del siglo XXI, dentro de muchos otros. Por ello, el ingeniero de tráfico Holandés Hans Monderman ha propuesto un modelo o sistema de ciudad llamado «espacio compartido» en el que conviven coches, bicicletas y peatones sin las clásicas barreras que separan a unos de otros.
Este sistema, empleado ya en ciudades tales como Bohmte en Alemania o drachten en Holanda pretende, de esta manera, crear espacios más seguros a pesar de dar la impresión opuesta. En ese sentido, Hans Monderman busca que todos los actores que circulen por la calle sean conscientes de su entorno e interactuen con él.
Para que estas ciudades sin bordillos, semáforos o pasos de peatones puedan funcionar hace falta una honda responsabilidad por parte de los ciudadanos por lo que, como advierten muchos expertos en materia de trafico, no todas las ciudades ni sociedades están preparadas aún para lo que parece ser el modelo de ciudad del futuro.