En 2014, Holanda fue pionera en construir y estrenar el primer carril bici solar del mundo, un tramo de 70 metros de largo pavimentado con unos innovadores paneles llamados SolaRoad, tecnología que permite convertir el sol que alumbra el camino en electricidad. Siguiendo el potencial de desarrollar esta tecnología a gran escala, este año fue el Gobierno Francés quien anunció un plan para cubrir 1.000 kilómetros de carreteras con superficie fotovoltaica en un plazo de 5 años. Si el programa tiene el éxito prometido, proveerá de electricidad a cinco millones de personas, el 8% de la población total del país, recoge Forbes.