En los últimos años, las algas se han ido posicionando como la gran esperanza verde para que los biocombustibles ya que suponen una opción realmente viable que no afecta al suministro de alimentos. En parte, esto se debe a las algas tienen un rendimiento de explotación de hasta 100 veces más de combustible generado por hectárea plantada que la soja o cereales como el maíz. Lamentablemente, los avances están siendo lentos hasta ahora, y un nuevo estudio realizado por Andrés Clarens de la Universidad de Virginia, constata que la producción de algas requiere un cantidad mucho más importante de energía que los cultivos tradicionales.
El estudio se basa en modelos informáticos de todo el proceso productivo y revela que la producción de algas con la tecnología actual necesita seis veces la energía de un cultivo de cereal y emite mas gases de efecto invernadero. El problema se debe aparentemente a la cantidad de fertilizante que se requiere para cultivar las algas. Afortunadamente, las necesidades de fertilizantes se reducen drásticamente si las algas son alimentadas con el agua procedente de depuradoras de residuos ya que estas contienen nutrientes que ayudan a su crecimiento pero esta situación no es aplicable de forma masiva, por la situación geográfica de los cultivos.
El desarrollo de bioreactores económicos para la producción de algas será por tanto el único elemento que permitirá que las algas se introduzcan de una forma sostenible en el mercado de los biocombustibles.
Fuente, New Scientist
