Los retos de Alemania para convertirse en un país libre de gases de efecto invernadero son muy ambiciosos. Para ello, cuenta con el apoyo de las organizaciones públicas que no solo lo ven como una forma de desarrollo sostenible sino también como un futuro sector traccionador de empleo.
Desde los años 90 Alemania ha invertido mucho en plantas de energía solar, eólica y bioenergéticas. El gran esfuerzo tanto por parte de las empresas y los ciudadanos ha hecho que se convierta en un país cabecero en el suministro de energía renovable. Los datos hablan por sí solos y es que durante los últimos 25 años se han creado 1,5 millones de plantas de energía renovable. Lo más destacable del caso alemán es, sin duda, el abandono progresivo de la energía nuclear y sus sustitución por un mix de renovables.
Los objetivos son claros. Si en este momento el 27% de la electricidad consumida en el país proviene de energías renovables, se espera que para el 2050 el consumo de energía se reduzca en un 50% y que el 80% de este provenga de renovables. Un reto ambicioso que habrá que ver si es factible pero que sin duda cuanto más lejos se apunte más conseguirán llevarse. Germany Trade and Invest (GTAI), cuelga este video en el que explica todo lo que se espera y cómo quieren conseguirlo. Boris Schucht (CEO de 50 Hertz Transmission), Thomas Patzöld (CEO de WEMAG) y Frank Baumann (Director de ventas de Samsung sdi Europe) entre otros son los que nos hablan sobre el innovador modelo energético que Alemania quiere implantar. Sin embargo, los autores no mencionan tanto que el carbón, el gas y el petróleo (máximes responsables del impacto ambiental) siguen siendo las opciones estructurales y su participación en el total del consumo energético alemán sigue siendo abrumadora.