Coincidiendo con el denominado Gay Pride u Orgullo Gay, una fiesta reivindicativa de la diversidad de orientación sexual, en España se cumple un año de la entrada en vigor de la legislación que ha abierto la institución matrimonial a las parejas homosexuales
4.500 parejas formadas por miembros del mismo sexo han ejercido desde entonces su derecho a unirse en matrimonio.
La valiente propuesta del Gobierno Zapatero fue apoyada en su momento por una amplia mayoría del espectro político español. Sólamente la oposición extemporánea del PP y el no pronunciamiento de otras fuerzas políticas como el Partido Nacionalista Vasco ensombrecieron la conquista de estas nuevas dosis de libertad e igualdad ante la Ley.
Van quedando atrás los oscuros años de marginación, desprecio e, incluso, criminalización y el Estado abandera ahora la defensa de los distintos modelos de convivencia personal y familiar existentes en nuestra sociedad.
La festiva y multitudinaria celebración de Madrid contrasta con la represión existente aún en otros países europeos. En Varsovia, Bucarest, Moscú… las porras y botes de humo mostraron esta semana el desamparo en el que se encuentran aún millones de ciudadanos.
Sería encomiable que el Gobierno español se involucrara en esta materia a nivel internacional. España es ejemplo en el mundo y todos los círculos más progresistas de Europa esperan un cierto grado de compromiso internacional.
