Hace unos días publicábamos las magníficas lecciones que habíamos extraído de nuestro viaje a Israel sobre política científico-tecnológica en aquel país (ver Blog). Hoy denunciamos la muerte, los asesinatos y la guerra sin cuartel emprendida por ese país.
Con el silencio cómplice de la Comunidad Internacional, Israel ha respondido a la captura de dos soldados y a la muerte de ocho en el ataque lanzado por la milicia integrista de Hezbolá el miércoles sin contemplaciones, y con notorio desprecio por la vida de los civiles libaneses.
Más de 70 personas, la gran mayoría civiles, han muerto en los últimos días en los bombardeos masivos que las Fuerzas Armadas israelíes lanzaron sobre el país árabe, bloqueado por tierra, mar y aire. A este balance de víctimas se suma la muerte de decenas de palestinos y de israelíes desde el miércoles.
La milicia chií se mostró desafiante al máximo. Cientos de cohetes Katiusha impactaron en Nahariya, a siete kilómetros de la frontera, y en varias ciudades, entre ellas Haifa, la tercera urbe israelí, con 250.000 habitantes.
¿Dónde está la la UE?