El programa HABITAT de las Naciones Unidas acaba de publicar su informe anual sobre la salud de las ciudades en el mundo. La información está disponible en en este enlace para su consulta y algunas de las primeras conclusiones que los medios tradicionales y los especializados han sacado son:
La desigualdad urbana en la mayoría de las grandes ciudades de Estados Unidos rivaliza con África, aunque tienden a tener menores niveles de pobreza. ¿Menos porbres pero más pobres que en Europa? Hace unas semanas hablábamos, por ejemplo, de un fenómeno impactante como es el de los campos de refugiados urbanos víctimas de la crisis en EE.UU. Por su parte, las ciudades españolas encajan en el grupo de las ciudades más desiguales en el contexto más desarrollado.
Un dato que ofrece la tentación de abrir un debate ideológico: mientrasBeijing es la ciudad más igualitaria del mundo, Hong Kong tiene los niveles más altos de desigualdad. ¿La desigualdad es el precio de la riqueza?Por supuesto, las ciudades africanas al sur del Sahara no pueden aspirar a ser desiguales porque son, básicamente, pobres de solemnidad y a perpetuidad.
El origen racial parece consolidarse como un factor determinante de pobreza en Norteamérica, de forma que indicadores como el de esperanza de vida siguen reflejando que en barrios desfavorecidos de Estados Unidos y Canadá, un afromericano tiene la misma esperanza de vida que un habitante de China o la India.
Las ciudades no son ajenas a los efectos del cambio climático; las ciudades costeras de los países en vías de desarrollo serán las más vulnerables porque dispondrán de menos recursos, capacidades e infraestructuras para la adaptación.
El acceso a la vivienda es un problema de dimensiones mundiales; si en los países más desarrollados se dan fenómenos que rompen con los esquemas de cualquier lógica económica paretiana, en los países en desarrollo sigue manteniéndose la lógica de la economía mundial, y las ciduades no son capaces de generar viviendas dignas. Y la crisis crediticia amenaza con ser un problema también a este nivel si los gobiernos -dice el informe- no hacen un esfuerzo económico para resolver el problema de infra-vivienda. Una de cada tres personas habitantes de ciudades en países en desarrollo vive en suburbios chabolistas.
Asistimos a la emergencia de nuevas metrópolis: Kinshasa, Lagos, Jakarta, Lahore, Chenai y Shengzen. ¿Adivinan dónde están en el mundo?
La desigualdad tiene muchas caras, y una de ellas es la desigualdad digital también. En una sociedad cada vez más tecnológica (más tecnológicamente rica), ¿no acabará reproduciéndose el esquema riqueza=desigualdad también en la desigualdad tecnológica? Inequalities take various forms, ranging from different levels of human capabilities and opportunities, participation in political life, consumption, and income, to disparities in living standards and access to resources, basic services and utilities. Although the traditional causes of inequality – such as spatial segregation, unequal access to education and control of resources and labour markets – have persisted, new causes of inequality have emerged. These include inequalities in access to communication technologies and skills, among others. “Digital exclusion”, for instance, has exacerbated inequalities within sub-Saharan Africa and resulted in the further marginalization of the region within a globalizing economy.
P.D. Las agencias, programas y oficinas de las Naciones Unidas producen informes y manejan información muy relevante y con un alto potencial de influencia política. Eso ya lo sabíamos. Y también sabemos que las razonables por las que informes como este no llegan a ser socialmente relevantes (¡con las cosas que dicen algunos de ellos!) son estructurales y tienen que ver con el nulo papel de la ONU en la diplomacia internacional y en la política global. Sin embargo, me temo que tampoco están aprovechando las ventajas de la web, las redes sociales y al cultura digital para difundir y propagar su mensaje. Ni rastro de un blog de los autores del informe, el informe no está disponible (primer en librerías) y sólo se puden leer algunos extractos, nula imaginación para presentar la información con formatos multimedia (vídeos, fotos,…). Estos se merecerían un buen empujón con estos temas, pero a ver quién es capaz de llegar hasta ellos para proponerles cosas nuevas.