NAIDER culmina el proyecto de Naturalización de polígonos industriales. Una propuesta inédita para ser implementada en zonas industriales. El plan está diseñado para ejecutarse en los polígonos industriales que están situados a ambos lados del corredor ecológico que une el Parque Natural de Peñas de Aia y el monte Jaizkibel, espacio de la red Natura 2000.
Tras un año de trabajo en el proyecto Naturalización de polígonos industriales del corredor ecológico Peñas de Aia – Jaizkibel, la empresa Naider ha dado por finalizado el Plan con sus respectivos modelos de co-financiación y de co-gobernanza. Un plan innovador fruto de un proyecto único que busca reposicionar esta zona de Gipuzkoa.
Naider ha recibido el apoyo de la Fundación Biodiversidad y el Ministerio de Transición Ecológica y también ha colaborado con las instituciones comarcales y municipales de la zona. El proyecto se ha llevado a cabo en un área de estudio de unos 9km2 en una zona específica del oriente guipuzcoano. Asimismo, se ha colaborado con las agencias comarcales de Oarsoaldea y del Bajo Bidasoa (Bidasoa Activa) como con cada uno de los ayuntamientos cuyos términos municipales se encuentran en el área de estudio: Lezo, Oiartzun, Irun y Hondarribia.
El ámbito de actuación se sitúa a caballo entre las dos comarcas y los cuatro municipios, en uno de los puntos del territorio guipuzcoano más conflictivos. Se emplaza exactamente en la intersección del eje de transformación económica Lezo-Gaintxurizketa con el corredor ecológico Jaizkibel-Peñas de Aia. Ambos corredores, industrial y natural, contemplados en las nuevas Directrices de Ordenación Territorial (DOT) de la CAPV, así como en otros planeamientos territoriales y urbanísticos supeditados a éstas.
El proyecto nace con la necesidad de utilizar la naturaleza y los diferentes tipos de infraestructuras verdes y azules como elementos de renovación y mejora de un entorno industrial históricamente alejado del medio natural, y relegado en cuanto a su posicionamiento industrial. La incorporación de este tipo de medidas permite amortiguar el impacto en el medio de la actividad industrial al mismo tiempo que moderniza y revaloriza el suelo y la actividad industrial. De esta forma se replantea la coexistencia del entorno urbano y el medio natural como una fórmula de simbiosis entre industria y naturaleza que catalizará la transición ecológica en la región.
Esta propuesta permite desarrollar ambos corredores hasta ahora enfrentados, diluyendo el uno en el otro. Mediante la incorporación de estas medidas de naturalización se consigue hacer efectivos esos dos desarrollos. La propuesta avalada por la Fundación Biodiversidad busca mediante la incorporación de pasos de fauna sobre la AP-8, carreteras y las líneas ferroviarias; la creación de corredores verdes y bio-canales en la trama urbana industrial y re-forestación de ciertas zonas del corredor ecológico y su zona de amortiguación, entre otras iniciativas, hacer funcional la colectividad de espacios y espacies. Esto permite unir zonas de importante valor ambiental situadas en estas dos comarcas.
Se presentan soluciones que mejoran el entorno natural y su conectividad. Las mismas soluciones permiten la revitalización y a mejora competitiva del eje de transformación con la intervención en las naves de los polígonos industriales y comerciales dentro del mismo. Con esto, NAIDER propone una serie de medidas capaces de reposicionar una región clave para el territorio y que también sirven para adaptarse y mitigar el Cambio Climático. Se ha realizado un estudio para conocer en qué medida se pueden reducir y absorber las emisiones generadas por la actividad económica y en qué medida la naturalización del espacio permite reducir los riesgos climáticos. El escenario final que se presenta en este estudio logra reducir en un 20% el riesgo en olas de calor, inundaciones y desprendimientos de ladera para cada uno de los polígonos involucrados en el proyecto.
Otro de los puntos clave es la mejorar los servicios ecosistémicos que se proveen en el entorno industrial estudiado. Tras la implementación de las medidas recogidas, estos servicios que provee la naturaleza aumentan y mejoran considerablemente la calidad de vida de las personas usuarias y trabajadoras. La capacidad de purificar el aire, de amortiguar el ruido y de proporcionar espacios verdes y de recreo se duplica, triplica y se cuadruplica respectivamente. La capacidad del entorno industrial de proporcionar calidad de vida a las personas de los polígonos crece exponencialmente con la puesta en marcha de esta propuesta.
La naturalización de las propias naves y edificios situados en los polígonos industriales supondrá un impulso a la eficiencia energética. Con un ahorro térmico del 23% y uno eléctrico del 25% las cubiertas verdes y solares, respectivamente, se presentan como una de las medidas más interesantes para generar ahorros económicos. Medidas que contribuyen a su vez a revalorizar el suelo industrial, el de las naves, los polígonos y el eje industrial en su conjunto.
Con esta propuesta en manos de autoridades locales, comarcales, forales y autonómicas, estas serán capaces de dar una solución innovadora y sostenible a uno de los polos económicos clave en industria y el comercio del territorio. Además, las empresas y demás agentes económicos afectados tendrán la posibilidad de re-posicionar sus áreas industriales como uno de los mayores polos de atracción de actividad económica innovadora y limpia, situándose a la vanguardia de la necesaria transición ecológica.
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