Rotterdam es un ejemplo para el mundo en la búsqueda de innovaciones verdes. Como hace unos meses reparábamos en la noticia de que construirían carreteras y calles a partir de plástico reciclado, ahora no nos llama excesivamente la atención el enterarnos de que emplean puentes y pasarelas peatonales hechas de plástico reforzado con fibras. Empezaron a sustituir las viejas pasarelas degradadas de acero y cemento por este material en 2009, y ya cuentan con unas 90 de plástico. Hay que recordar que la ciudad holandesa está atravesada por un gran río y muchos canales, y por ello cuenta con 850 puentes para peatones y ciclistas.