Las aplicaciones móviles de transporte bajo demanda han introducido una forma disruptiva de realizar trayectos. Una importante alternativa a conducir tu propio coche, que puede verse acentuada cuando los coches se conduzcan solos. Los grandes fabricantes de automóviles son conscientes de que los consumidores pueden optar por no poseer un automóvil y no se quieren quedarse fuera de juego. Con pocas horas de diferencia, se han anunciado, por un lado, la alianza entre Toyota y Uber, y por otro, la inversión de Volkswagen en la startup Gett.
Toyota y la conocida plataforma Uber han anunciado una colaboración estratégica que se concretará inicialmente en una opción de leasing para los conductores de Uber, que podrán adquirir vehículos con las ganancias que generen a través de la aplicación, informa TechCrunch. Por su parte, una startup emergente que trabaja con taxis, Gett, ha recibido una inversión estratégica de 300 millones de dólares por parte de Volkswagen, recoge Bloomberg, con la idea de «convertirse en el líder mundial de proveedores de movilidad en 2025», en palabras del CEO de VW Matthias Mueller. ¿Qué buscan con estos movimientos? La tecnología big-data y los algoritmos predictivos que soportan estos servicios para acelerar los resultados su propios esfuerzos en desarrollo I+D, apunta Wired.
Estas últimas novedades se suman a la inversión, el pasado enero, de 500 millones de dólares de General Motors en la aplicación Lyft, o la cuantiosa apuesta de un millón de dólares de Apple por Didi, el Uber chino.