Claramente Leonado da Vincisabía bien lo que decía. El complicar las cosas es claramente una manía humana y día a día nos empeñamos en hacer de la simplicidad un arte en declive, convirtiendo la simplificación, la mayoría de las veces, en un problema.
Parece que en el mundo empresarial, tal y como nos apunta Mike Myatt– director gerente de n2Growth– se considera que lo difícil e intrincado es sinónimo de sofisticación y sentido común. Sin embargo, si reflexionamos, observaremos que los creativos, innovadores o comunicadores exitosos dominan el arte de hacer que lo difícil, lo denso o lo complejo se convierta en algo fácil.
La simplificación se convierte entonces en todo un arte muy alejada del pensamiento de que lo simple es trivial e insignificante. Lo simple nos ofrece un motor clave para el enfoque de nuestro desempeño, lo simple nos permite concentrarnos prescindiendo de distracciones superfluas, lo simple nos permite tener unos procesos más sencillos. En resumen, Lo simple nos sirve para hacer un esfuerzo productivo mucho más eficiente.