Ante la crisis del actual modelo energético (cambio climático, mala distribución de fuentes de energía, etc.) varios expertos reflexionan en la nueva edición de la revista Agenda Viva, publicación de la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, sobre si la energía nuclear es una opción asumible.
El doctor en física, Michael Dittmar, informa de que el 16% de la energía consumida en el mundo es energía eléctrica y la fisión nuclear sólo contribuye al total en un 14%. «Para que en los próximos 20 años la energía nuclear se convierta en la fuente de energía básica, se necesitarían unas 2.000 plantas nucleares en lugar de las 400 existentes actualmente», comenta. «Para ello, desde ahora hasta 2029, deberían conectarse a la red de abastecimiento eléctrico, una media de 100 nuevos reactores al año».
A este respecto, el doctor en Ingeniería eléctrica y Ciencias Informáticas, Marcel Coderch considera que un programa de construcciones nucleares de esa magnitud, «no aportaría un saldo energético neto positivo hasta pasados más de 40 años de su inicio», con lo cual en lugar de contribuir a resolver el problema energético en este período, «lo empeoraría».
Por su parte, el doctor en medicina, farmacólogo y radio biólogo, Eduard Rodríguez, también descarta la opción alertando además, de que ésta puede concentrarse en las cadenas tróficas y afectar a los humanos a través de la alimentación.
Este experto, explica que además del riesgo de accidentes que presenta, la industria nuclear introduce en el medio ambiente radionucleidos que se diseminan por la biosfera y que pueden concentrarse en las cadenas tróficas e incorporarse a los humanos a través de los alimentos.
En cambio, Juan José Gómez, profesor de investigación del CSIC y director del Departamento de Física Experimental del Instituto de Física Corposcular de Valencia, defiende la energía nuclear como una fuente «eficiente, segura y fiable de electricidad, que no emite CO2». Añade que Chernóbil, citado a menudo como ejemplo de inseguridad nuclear, «era un reactor semi-militar, con un diseño arriesgado que nada tiene que ver con los reactores de hoy en día».
Asimismo, la presidenta del Foro de la Industria Nuclear Española, María Teresa Domínguez, enumera las ventajas de esta fuente de energía «capaz de suministrar grandes cantidades de electricidad sin contaminar la atmósfera». Para Domínguez esta energía supone para España una «garantía de suministro eléctrico, reducción de emisiones contaminantes, precios estables y predecibles, así como una disminución de las importaciones de combustibles fósiles».
Para el doctor ingeniero industrial, Josep Puig i Boix, la aplicación eléctrica de esta energía, desarrollada para la obtención de la bomba atómica, no es más que «una justificación de las ansias de poder de determinados círculos». Por su parte, el catedrático de Física Teórica, Rolf Tarrach, indica que se trata de una energía no renovable, con la problemática de los desechos radioactivos, pero cuyo número de fallecimientos por unidad de energía producida, es incluso inferior al del carbón.
Al margen del debate sobre la energía nuclear, la edición de otoño de Agenda Viva recoge entrevistas al director general de Triodos Bank en España, Esteban Barroso, al biólogo y profesor de antropología, Máximo Sandín y el filósofo, Eugenio Trías. Asimismo ofrece una reflexión sobre las características de Internet y las redes sociales, así como sobre las posibilidades que ofrecen.