En el camino hacia modelos de actividad económica sostenibles, existe un debate sobre si la estabilización del clima puede hacer crecer la economía, y algunos aún dudan si la estabilización climática puede coexistir con el crecimiento. Los datos que comparte el World Resources Institute demuestran que el crecimiento económico no implica necesariamente el incremento de las emisiones de CO2. A nivel mundial, las emisiones de CO2 se mantuvieron estables en 2014 y 2015 mientras el PIB seguía creciendo. Y la tendencia queda avalada con los datos de 21 países, cuyo PIB ha crecido desde 2000 mientras que sus emisiones de CO2 han disminuido:
El 90% de estos países redujeron el peso de la industria en su economía debido a la terciarización, pero los casos de Bulgaria y Uzbekistán, donde la expansión industrial continúa, así como los de Suiza y la República Checa, donde el sector secundario se mantiene estable, demuestran que la industrialización no debe estar reñida con la reducción de emisiones. En los 21 países el peso de la industria se redujo de media un 3%, mientras las emisiones disminuyeron de media un 15%. Los países no siguieron una única formula para desacoplar su crecimiento económico de la contaminación. La apuesta de Dinamarca por las energías renovables redujo las emisiones mientras se estimulaba la producción. Suecia, por otro lado, introdujo ya en 1991 un impuesto del CO2.
Queda por introducir el cálculo del peso que han tenido las deslocalizaciones industriales desde estos 21 países hacia otras regiones del mundo, en su desacoplamiento entre crecimiento y la disminución de emisiones, y qué se necesita desarrollar para mitigar las emisiones a una escala más global.
