Me enviaba mi colega Manu Fernández el otro día una gráfica en la que se criticaba que el dinero que construyó Internet, el dinero público americano para la I+D, está decreciendo. Estados Unidos, de hecho, ve como su posición de liderazgo tecnológico está siendo cada vez más amenazada por el gigante asiático por antonomasia, que le sigue con fuerza en el gasto en I+D.
El autor, Nicholas Carlson, utiliza una frase extraordinariamente reveladora:el dinero privado construyó Facebook y Garmin; pero el dinero público creó Internet y el GPS.
Tengo un amigo comercial que mide la valía de todos los trabajos en euros: ¿cuántos euros generas? Con ello se intenta mofar de otros de mis amigos que trabajan en la investigación. La anterior frase me hace pensar en lo infravalorada que está en ocasiones la carrera investigadora. Tal vez algún ejecutivo le preguntó un día, allá por los 70, a Vinton Cerf, uno de los padres de Internet, que cuánto dinero generaba burlándose… «¿Internet?, ¿y eso para qué vale?», es posible que espetase el ejecutivo.
