En 2015, 280 millones de smartphones fueron sustituidos en el mundo sin que fueran reciclados. Es el dato que trasladó el fundador del proyecto Phonvert, Tomo Kihara, en el evento South by Southwest 2016. Muchos de estos smartphones no tenían más que un año o dos de vida, todavía funcionan, y cuentan con varios sensores valiosos: cámaras, acelerometros, pantallas táctiles o radios Bluetooth.
El proyecto sin animo de lucro Phonvert, con sede en Tokio, quiere alargar la vida de estos smartphones y ha desarrollado una plataforma de software de fuente abierta que puede convertir teléfonos inteligentes retirados en nodos de Internet de las Cosas. La idea es que, si el software se instala en un smartphone, puede destinarse a diversas utilidades para el día a día como una cámara que monitoriza al bebé y siente cuando llora, una mirilla electrónica que nos avisa cuando alguien llama a la puerta, o un gadget que lleva el control del frigorífico.
