Kiruna, la ciudad más al norte de Suecia, va a hundirse en las próximas décadas, de forma bastante literal. La culpa es de las minas de hierro que recorren su subsuelo, que hará que la mayoría de estructuras se desplomen antes de 2050. Es por ello que se tomó la determinación de desplazar parte importante de la ciudad y sus 20.000 habitantes, a una nueva ubicación. El centro de la ciudad se reubicará tres kilómetros al este, y muchos edificios serán demolidos o trasladados. Los trabajos de traslado comenzaron en 2014 siguiendo el proyecto Kiruna 4-ever con el que el estudio White Arkitekter AB ganó la adjudicación. Un reciente documental del gobierno sueco, que ha compartido Gizmodo, muestra como la ocasión se está tomando como una oportunidad para conseguir una ciudad mejor, en especial por parte de los ciudadanos (parece la mayoría de ellos) que se ven obligados a desplazarse:
Se ha planteado un nuevo centro urbano más denso y compacto que «responda mejor» a las necesidades de los ciudadanos. Sólo se trasladaran tres edificios históricos, el material del resto de estructuras será reutilizado para nuevas construcciones. Los propietarios de viviendas a derruir tienen la opción de que se les pague su valor de mercado con un plus del 25% o de que se les ofrezca gratis una vivienda similar en la nueva ciudad. Los arrendatarios recibirán un subsidio para ayudarles en la «transición».
