Las mayores capitales de Europa, desgraciadamente casi todas ellas en el norte, parecen haber apostado por las personas en las ciudades, con ello queremos recalcar la importancia que ciudades como Amsterdam, Copenaghe o Hamburgo dan a los métodos sostenibles de transporte por encima de los coches.
Ciudades como Amsterdam hace años que hicieron un gran esfuerzo por impulsar el uso de la bicicleta llegando incluso a superar la barrera de las 880 mil bicicletas, según fuentes oficiales de la ciudad, o incluso reduciendo la velocidad máxima de los automóviles.
Por otro lado, Helsinki por ejemplo, ha apostado por el diseñar la propia ciudad de tal manera que esta misma invite a la gente a vivir sin coche; creando ciudades densas para que la gente no tenga realizar desplazamientos muy largos o facilitando y subvencionando de manera exagerada los bonos transporte.
Otro tipo de políticas diferentes, aunque también efectivas, son las empleadas por la ciudad de Zurich, que tiene legislado el espacio mínimo que proporciona a los viandantes.